
La “jefa” de una organización que vendería droga en la modalidad delivery seguirá cumpliendo prisión preventiva
El Juez de Garantías – Ives Bastian – extendió este viernes 9 de febrero, la prisión preventiva para Johana Soledad López y para Ernesto Ramón Sánchez. Se trata de dos de las personas que fueron detenidas el pasado sábado 9 de diciembre del 2023, luego de una ardua investigación de la División Toxicología bajo las directivas del fiscal Fabio Zabaleta, en la que desarticularon y desbarataron una banda que se dedicaría al comercio ilícito de estupefacientes.
La prisión preventiva para López y Sánchez será por un lapso de 60 días bajo la modalidad domiciliaria, mientras el fiscal Fabio Zabaleta continúa avanzando en la investigación, de acuerdo a lo que pudo registrar un cronista de Concordia Policiales.
Johana López está sindicada de ser la líder o “jefa”, como era nombrada por los demás integrantes de la organización, que se dedicaría a la venta de estupefacientes en distintos puntos de la ciudad. Mientras que a Ernesto Sánchez las pruebas lo indicarían como el “delivery”, es decir, el encargado de distribuir y vender la droga en motocicletas o vehículos.
Según consta en la investigación, a través de escuchas telefónicas, filmaciones y seguimientos, se habría determinado que Johana López, domiciliada en calle Sargento Cabral al 1351, sería la encargada de comprar el material estupefaciente para luego venderlo al menudeo.
Johana – alias “Jovi” – se proveería de la droga en un domicilio de calle 53 Este N° 2040 entre Crisóstomo Gómez y Córdoba. Se trata de la vivienda de Gladys Beatriz Miño – alias Tica – de acuerdo a lo que indicaron los investigadores. La casa de Miño también fue allanada en el marco de la misma causa, donde la policía secuestró dinero en efectivo y seis celulares.
Si bien López sería la “jefa” de la banda, la joven era aconsejada por su pareja, Walter David Maximiliano Szyszko. El hombre se encuentra detenido en la Unidad Penal Granja Penal Nº 9 Colonia El Potrero de Gualeguaychú, cumpliendo una condena por infracción a la Ley 23.737.
Los investigadores señalaron que desde la cárcel, Szyszko, tendría un rol de líder intelectual, es decir, coordinaba todos los movimientos que debería realizar la banda. Además, se habría determinado que a ese lugar se hacían todo tipo de transferencias de dinero, es decir bancarias o de mercado pago, producto del comercio ilícito de estupefacientes desarrollado por su pareja.